Bueno, ya vimos en el anterior post hasta qué
punto puede tener repercusión en nuestra salud esta gran “generadora de
enfermedades” que es la obesidad si se
le da tiempo (y los niños tiempo tienen, tienen tooooooda la vida por
delante para ello)…
Veamos
ahora con más detalle cómo han ido evolucionando junto a la epidemia de
obesidad todas estas otras enfermedades o factores de riesgo de enfermar que
típicamente se asocian al sobrepeso… nuevamente en EEUU (ya que tenemos todo un
país con el que se está experimentando y que publica al día sus estadísticas
oficiales, no lo vamos a desaprovechar!!)… Todo ello para que apreciemos el
peso real de la obesidad junto a todos ellos, que es mucho mayor del que nos
imaginábamos (o nos hacían imaginar, más bien).
nº - 1 Evolucion paralela de las epidemias de Obesidad y DM tipo 2 en EEUU |
En esta imagen (la nº- 1) publicada por el
mismísimo CDC (centro de prevención de enfermedades estadounidense) se ve cómo
a la epidemia de obesidad y en paralelo a esta sigue otra epidemia de Diabetes Mellitus (DM de aquí en adelante) tipo 2, de
tal modo que cuando en 1994 la obesidad ya había llegado al 16% de la población
USA (desde el 6 % inicial en los 70) la
DM aún afectaba sólo al 5% de la misma, pero que cuando en
2010 ya más del 26% de los norteamericanos tenía obesidad, la DM ya afectaba a más del 9% (se
había duplicado la cifra de la primera y luego también la de la segunda).
Avancemos. Y
ampliemos el foco. En esta otra foto (la
nº - 2) se recogen los casos de DM
desde 1980 (que han pasado de menos de 6 a 21 millones, la mitad de la población de
España !!) y se aprecia cómo desde 1980 a 1990 prácticamente no hubo cambios; la
pendiente es de nuevo más aguda y abrupta de lo previsto, como pasaba en la de
obesidad que vimos en anteriores entradas. De palo palito, que diría mi abuela.
Una epidemia aguda de sobrepeso y 15-20 años después otra de Diabetes tipo 2
igual de aguda y proporcional a la primera. Esto se pone interesante.
Sigamos
avanzando. Pasamos a modo panorámico el foco. Nos vamos hasta 1958 en esta gráfica (nº - 3) y vemos como desde ese
año hasta 1975 que empieza la epidemia de obesidad (en casi 20 años) el nº de
DM en USA había pasado sólo del 1 % al 2% de la población (perfectamente
atribuible a que a lo largo de esos años se fuera conociendo mejor la
enfermedad y se diagnosticaran casos anteriormente no diagnosticados) para,
sólo 10 años después del brote de sobrepeso masivo, empezar a aumentar de tal
forma que de 1990 a
2010 (también 20 años) pasó a ser Diabética del 2,5% al 7% de la población USA
(y en esa época tan reciente no cabe pensar que fuera por diagnosticarla más
debido a una mayor conocimiento de la enfermedad, ya casi clásica en esos
años). Lo mismo que hizo que la
población USA engordara como nunca había engordado, hizo que desarrollara
diabetes como nunca había desarrollado. La explicación aparentemente lógica más fácil e intuitiva y por
supuesto, casualmente, la más aceptada, es que la obesidad causa Diabetes, pero
perfectamente podría ser que tanto la Obesidad como la Diabetes fueran
consecuencias ambas de un tercer fenómeno que se esté pasando por alto, la
primera más precoz en el tiempo que la segunda,… el cuerpo reaccionaría primero
a ese tercer factor desarrollando obesidad y si éste sigue actuando sobre él,
con el tiempo, también desarrollando Diabetes tipo 2.
nº - 4: Evolución de las altas hospitalarias en USA por enfermedad cardiovascular |
Ahora un
pequeño salto a otro tema que no es la Diabetes pero que se relaciona mucho (y más que
se relacionará) con ella; los eventos cardiovasculares, ya sean infartos agudos
de miocardio (enfermedad coronaria) o accidentes cerebro-vasculares (infartos o
hemorragias cerebrales – “strokes” en inglés). La imagen nº 4 según datos de la mismísima Asociación Americana del
Corazón (que os presento convenientemente porque, pese a no ser Asociación ni
de nutricionistas ni de endocrinólogos, ha tenido la curiosa costumbre estos últimos
30 años de decirnos a toda hora lo que debíamos comer), muestra la evolución de
este tipo de eventos en USA desde 1970 hasta 2010, en forma de número de altas
hospitalarias (y por tanto de ingresos hospitalarios) motivados por eventos
cardiovasculares por año. Como vemos, su incidencia no hecho más que aumentar linealmente
todo ese tiempo, pasando de algo más de 3 millones a casi 6 millones por año;
sí, tambien se ha duplicado). Por supuesto, no podemos decir con seguridad que
la epidemia de obesidad y la de Diabetes tipo 2 cause una tercera epidemia de
Enfermedad Coronaria, pero al menos sí que ha coincidido con estas en el
tiempo. Y lo ha hecho, pese a que desde los años 70, en USA primero y luego en
todo el mundo “desarrollado” (desarrollado industrialmente al menos), casi no
hacemos otra cosa que hablar de factores de riesgo cardiovascular y dejar a los
cardiólogos que nos digan qué debemos comer y hacer para que no nos dé un
infarto,… Todo ha evolucionado con ese aparente objetivo que, curiosa y
desafortunadamente, cada vez está más lejano. Es el modelo de la llamada “DIETA CARDIOSALUDABLE” (seguro que os suena, en prensa y TV sale
cada dos por tres, aderezado con las palabras “colesterol” y
“arteriosclerosis”, pronunciadas en tono sombrío y profético). La dieta cardiosaludable, propugnada por la Sociedad Americana
del Corazón en los años 70, que perseguía a la grasa saturada animal y al
colesterol como al enemigo publico número uno… y que, a mi modesto entender, a
la vista de los datos, ha resultado ser de todo… menos cardiosaludable.
Tranquilos, volveremos sobre el tema más incluso de lo que me gustaría.
Una cosa es
cierta,… al menos, aunque cada vez tenemos mas infartos y enfermedad coronaria
en general, es justo reconocer que gracias a los avances terapéuticos de la Cardiología moderna
desde los años 80, cada vez nos morimos menos de ello. La imagen nº 5 recoge eso precisamente, como ha bajado la mortalidad
en ese campo.
nº - 6: Evolución de los tratamientos cardiovasculares en USA (quirúrgicos y/o de intervencionismo hemodinámico) |
La imagen nº 6 muestra como de forma
paralela y en esos mismos años ha aumentado masivamente el número de técnicas realizadas
de hemodinámica intervencionista tipo cateterismo (para angioplastia y/o
colocación del célebre “muellecito”), el de operaciones tipo by-pass (uno de
los primeros conocidos fue el que le hicieron al mítico Johan Cruyff allá por
1991), el de endarterectomías carotídeas, y demás filigranas realizados por los
Cardiólogos para desobstruir y/o puentear nuestras arterias coronarias (que
tienen la sabia misión de llevar oxígeno a nuestro corazón) y/u otras de
importancia similar.
No puedo dejar
de hacer en este punto un orgulloso y patriótico guiño (imágen nº - 7) a
la Sanidad Eapañola,
a la altura de "la Europa
rica" en mortalidad de causa coronaria, mucho mejor que la estadounidense,
que pese a su potencial a nivel de intervencionismo terapéutico de ultima
generación, sólo mejora a paises mucho menos en teoría y a priori desarrollados
sanitariamente, como Hungría, Rumanía, Polonia, Republica Checa... Tal es el
drama epidemiológico de su binomio obesidad-diabetes, incompensable a base de
tecnología...
Pero el
objetivo no estaba en salvarnos de morir de infarto (que tiene su aquel, no
digo que no, … - lo dice uno cuyo padre murió a los 59 años de un infarto
fulminante cuando no se hacía nada de esto aún)… El objetivo de verdad deseable
y deseado era comer y vivir de tal manera que no nos iba ni siquiera a dar el infarto. Eso, amigos
míos, no lo estamos consiguiendo,… más bien al contrario.
Y en el caso concretamente de los
Diabéticos tipo 2 únicamente (ya para terminar este post, en la imagen nº 8), que es precisamente en
los que más hincapié se hace en los santos dogmas de la dieta cardiosaludable,
la incidencia del infarto también sigue aumentando sin cesar, para llegar, una
vez más, a duplicarse (¡sí, de nuevo!) entre 1997 y 2011.
Pero claro, vosotros (dignos
conocedores y apóstoles inconscientes de las teorías que sustentan la dieta
cardiosaludable) ahora diréis… ¡¡Es que hay otros factores de riesgo!! Es que
está el tabaquismo, el sedentarismo, la hipercolesterolemia, el tener el
colesterol malo alto, el tener el bueno bajo, la Hipertensión
arterial,… Me ocuparé puntualmente de ellos, porque no olvidéis que yo también
los conozco… yo también fuí apóstol de
la teoría cardiosaludable (que estudié convenientemente en la Facultad de Medicina sin
rechistar)… “Pero eso son otras historias y merecen ser contadas en otra
ocasión” (¿Qué escritor usa esta frase a menudo y en cual de sus libros,
llevado al cine recientemente?... hagan juego!!)
Siguiente entrada: 5- “STOP: Obesidad e Insulinorresistencia; una
asociación clara que sin embargo oso decir que convendría aclarar al máximo”
Hola, te confieso que aún no le había echado un vistazo al blog. Acabo de leer las cuatro entradas y me parece muy interesante, con mucha información, contada de forma amena y con un punto de suspense que te hace esperar la siguiente entrada. En cuanto a tu pregunta te diré que espero que tu Historia no sea interminable...Michael
ResponderEliminarPues la nutrición casi lo es, interminable, digo... pero tampoco hace falta que lo cuente todo, completamente todo... espero que al menos sí lo mas importante... y efectivamente el autor era Michael Ende y el libro La Historia interminable; premio para la avispada damisela!!
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